miércoles, 22 de marzo de 2023

TIMBRES DE CLASE: LOS MUSICALES Y BANDAS SONORAS

 


COLABORADORES: ORDENANZAS (Emilio,  Lorenzo y Jose Antonio) y  Bea ( Profe Música)

LOS MUSICALES:

    A finales de la década de los años veinte, nació una nueva forma de arte escénico: el cine musical.  Los cineastas de la época empezaron a darse cuenta de las necesidades y posibilidades artísticas que ofrecía este nuevo género fílmico. Fue un género que tuvo una gran aceptación desde el principio por parte del público general, ya que después de la primera guerra mundial, estaba sediento de espectáculo, de baile y melodías pegadizas.

    El sonido suplantó por completo al cine mudo en 1929.  En 1929, la Metro Goldwyn Mayer Studios, se había puesto al día y su película La melodía de Broadway (1929) ganó el primer Oscar otorgado a una película musical. 

    Tras el desplome de Wall Street de 1929, muchos teatros de Nueva York cerraron. Las estrellas del escenario neoyorkino, incluidos Fred Astaire, Fanny Brice, Eddie Cantor, Maurice Chevalier o Marilyn Miller, marcharon para Hollywood.

    A finales de la década llegó uno de los musicales más queridos de la historia del cine: El mago de Oz (1939), protagonizado por la gran Judy Garland. La por aquel entonces adolescente Judy Garland,  hizo de una Dorothy fascinante en una cálida fantasía que afirma el valor del hogar. La película tiene un encanto inocente y también una de las canciones más atemporales de los musicales como lo fue «Somewhere Over The Rainbow.


    En la década de los 40, tuvo lugar la aparición de un bailarín, coreógrafo, productor y sobre todo actor, que cambió el género. Se trata de Gene Kelly. Él junto con Stanley Donen revolucionaron la forma de hacer musicales hasta entonces, grabando fuera de los estudios y haciendo evolucionar al musical. 

  La era del cine musical estaba llegando a su ocaso cinematográfico en los años 60. Poco a poco, el público empezó a cansarse de tanto musical en pantalla, por lo que querían cosas nuevas por parte de Hollywood. Pese a ello, hubo otros musicales que triunfaron como Sonrisas y lágrimas de 1965, que ganó cinco Premios Oscars incluyendo el de Mejor Película. 


   En las tres décadas restantes del siglo XX (70, 80, 90), el cine musical empezó a decaer considerablemente, haciendo que sus producciones se vieran reducidas drásticamente. Los principales estudios de Hollywood, veían al género como algo ya lejano, al igual que pasó con las producciones de los westerns y spaghetti westerns como El bueno, el feo y el malo.

    Pese a ello, se siguió haciendo varios musicales por parte de Hollywood, aunque no era ni la ínfima parte de lo que llegó a ser en las décadas pasadas. De hecho hay varios musicales de la década de los setenta que hicieron pensar que podría salvarse el género y retomar la senda perdida. Películas como Cabaret (1972) o All that Jazz (1979), ambas protagonizadas por la gran Liza Minnelli, tuvieron un éxito significativo en taquilla. 

    Años más tarde llegaría uno de los clásicos más populares del género, de la mano de John Travolta y Olivia Newton John. El fenómeno de Grease (1978) sigue estando vigente a día de hoy con la infinidad de musicales que se han hecho de esa película. En los ochenta y noventa, se apostó por el género musical dentro de la animación de Disney: El rey León o La Sirenita.
    Con la entrada al siglo XXI, Hollywood volvió a sus raíces en cuanto al género musical se refería. El cine musical volvía a contar con títulos como Mamma Mía.



https://historiadelcine.es/generos-cinematograficos/el-cine-musical-historia-caracteristicas/

LA MÚSICA EN EL CINE: BANDAS SONORAS

        "La música debe suplantar lo que los actores no alcanzan a decir, puede dar a entender sus sentimientos, y debe aportar lo que las palabras no son capaces de expresar" (Bernard Herrmann)

    La primera banda sonora de la historia se creó en 1908.  Camille Saint-Saëns y Mihail Ippolitov-Ivanov crearon bandas sonoras originales para las películas: El asesinato del duque de Guisa y Stenka Razin. Pero este fue un hecho puntual, ya que la mayoría de las películas estaban acompañadas por música conocida e interpretada en directo. Todas las salas tenían algún tipo de acompañamiento musical, desde un simple piano a una orquesta completa. Con la llegada del sonoro desapareció este acompañamiento en vivo y comienza a crearse música específica para las películas. Surgió la idea de elegir la música en función de lo que se estaba viendo. 

    En los años 50, las bandas sonoras comenzaron a editarse habitualmente en disco y el gran público se habituó a entender la música como una parte inseparable de cada película. 

    Durante todo el siglo XX la conjunción entre la música y el cine no paró de evolucionar. Comenzó la profesionalización de grandes músicos autores de famosas bandas sonoras que se incorporaban desde otros géneros: clásica, ligera o jazz.

    En la década de los 80 llega la revolución con el empleo masivo del sintetizador que, si bien ya había comenzado a utilizarse años atrás, en esta década tiene sus mejores ejemplos en autores como Vangelis, Maurice Jarre y Ryuchi Sakamoto.


   
Las bandas sonoras creadas por grandes maestros como Henri Mancini, Ennio Morricone, John Williams o Bernard Herrmann han pasado a ocupar un lugar en la historia 









                        https://35mm.es/funciones-musica-cine/



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